Cuando hablamos de datacenters eficientes, habitualmente lo
hacemos en términos de consumo eléctrico, centrándonos en aspectos financieros
y pensando en los grandes centros de proceso de datos, con cientos o incluso
miles de servidores en producción. Ciertamente, es en estos entornos donde se
producen los resultados más espectaculares, capaces de generar titulares impactantes
en los medios que se dedican a cubrir este tipo de información. Pero, ¿ésto
quiere decir que sólo los propietarios de grandes datacenters pueden sacar
provecho de los continuos avances en gestión de la eficiencia? Rotundamente NO.
Conceptos como la reducción de consumos (tanto directos como
indirectos), la reducción en la generación de residuos y emisiones de CO2,
la utilización de hardware y software optimizados en materia de eficiencia
energética o las políticas orientadas a la sensibilización e implicación del
personal de la compañía, son aplicables a cualquier corporación con
independencia del tamaño o la potencia financiera de la misma.
Avansis viene desarrollando planes estratégicos de
eficiencia para sus clientes y colaboradores desde hace más de 10 años. Estas
empresas y organizaciones pertenecen, en gran medida, al ámbito de la PYME y
los pilares en los que se basa la elaboración de su plan de eficiencia, son los
mismos que los de las grandes corporaciones. Las ventajas y los resultados
cosechados son idénticos en ambos casos. Lógicamente, el orden de magnitud de
las cifras obtenidas es proporcional al tamaño de los datacenters, pero la
inversión necesaria para alcanzar los objetivos también.
El principal impulso para la adopción de tecnología eficiente
es el económico: reducir los gastos operacionales de los centros de proceso de
datos. Ahora bien, sin querer obviar la máxima: la energía más limpia es la que no se consume, hay que tener en
cuenta que no todo es consumo
energético. Además de diseño y tecnología eficientes, debemos hablar de
sostenibilidad y reciclaje. Sostenibilidad que comienza con la fabricación de
componentes sin sustancias peligrosas y contaminantes (como indica la directiva
RoHS). Directamente relacionada, la no utilización de plásticos contaminantes
(directiva WEEE), ayuda al reciclaje de todos los componentes electrónicos, su
reutilización y la recuperación de los residuos de nuestros componentes, con el
fin de reducir la contaminación.
Los beneficios obtenidos por cualquier empresa que aborde
con éxito un plan estratégico de eficiencia energética, son inmediatos:
reducción de costes en la utilización de sus CPDs, ahorro en la gestión de los
sistemas de TI y, por qué no, la satisfacción de haber realizado una labor que
redunda en beneficio de todos.
Pedro M. González Jiménez
Director Técnico